miércoles, 9 de septiembre de 2015

Cuidados por una buena salud.


10 reglas para mantener una buena salud

Tenemos otros puntos de vista para que ayudes a tu cuerpo, manteniéndote lo más saludable posible, si quieres vivir unos “añitos de más”, lee y aplica los siguientes consejos:
 

1. Buena alimentación: La idea es comer cada cuatro horas alimentos de alto valor biológico, en cantidades menores y siguiendo estas reglas: los carbohidratos que deben ser siempre integrales, jamás refinados ni con preservativos, son solamente para desayunar, porque en ese horario se necesita energía para realizar las actividades cotidianas.

2. Actividad física: Como mínimo haga ejercicio por 30 minutos, tres veces a la semana, ya que de esta manera se estimula la producción de la hormona del crecimiento que es la encargada de remodelar los músculos y los huesos.

3. Control del estrés: Los problemas se presentan cuando no se puede manejar el estrés cotidiano, allí es cuando viene el desgaste que termina convirtiéndose en enfermedad. Si el estrés supera su capacidad entonces hay que hacer terapias físicas y en algunos casos psicológicas.

4. El sueño y descanso reparador: Dormir menos de ocho horas puede tener resultados negativos en la salud. El día tiene 24 horas que deben utilizarse de la siguiente manera: ocho horas para trabajar, ocho horas para cuidarse (comer sano, hacer ejercicio, aseo personal) y ocho horas para dormir, si esto no se cumple no se produce la hormona de la juventud que es la que repara los tejidos.

5. Protéjase del sol: La recomendación es usar diariamente un bloqueador con FPS mayor a 30 y aplicarlo cada dos horas si estás muy expuesto al sol, porque los rayos ultravioleta oxidan las células y las degradan. El hecho de que el protector solar tenga un factor de protección alto no implica que su efecto vaya a durar mucho más tiempo, hay que aplicarlo constantemente para garantizar su efectividad.

6. Ame y limpie su cuerpo: El medio ambiente que tiene más cercano es su propio cuerpo, por eso es tan importante una higiene corporal adecuada y constante que disminuya la posibilidad de contaminarse con gérmenes que pululan en el ambiente y que podrían causar una infección o una enfermedad grave. Además, la limpieza corporal le generará una sensación de bienestar que le permitirá agradarse a usted mismo y a los demás.

7. Deje el vicio: El consumo de drogas, aceptadas o no socialmente hablando, están dentro de los factores que más atentan contra la salud, no solo de quienes las consumen, sino de quienes los rodean. Los miembros de la familia de un fumador, por ejemplo, tiene una gran probabilidad de desarrollar patologías físicas y psicológicas porque finalmente son fumadores pasivos, están expuestos a las toxinas y al conflicto que puede significar tener un fumador en casa.

8. Visite al médico: Debe darle mantenimiento a su cuerpo mediante la visita al especialista en salud por lo menos una vez al año. El chequeo consiste en un examen físico, la realización de un Perfil 20 con el cual se revisan 20 parámetros en sangre, y en el análisis de cualquier cambio físico o conductual que reporte la persona en consulta.
9. Actitud positiva: Mantenga una buena actitud frente a la vida, de esta manera logrará incrementar las cosas buenas que llegan hacia usted y se mantendrá alejado de enfermedades somáticas.




10. Separe un tiempo a la diversión: realice actividades que le diviertan, comparta agradables momentos en compañía de familiares y amigos, emplee la risoterapia, pues de esta manera garantizará una buena salud mental y disminución del estrés que produce varias enfermedades.

LOS 8 REMEDIOS NATURALES



Todos debieran conocer los agentes que la naturaleza provee como remedios, y saber aplicarlos.
Es de suma importancia darse cuenta exacta de los principios implicados en el tratamiento de los enfermos, y recibir una instrucción práctica que le habilite a uno para hacer uso correcto de estos conocimientos.
El empleo de los remedios naturales requiere más cuidados y esfuerzos de lo que muchos quieren prestar. El proceso natural de curación y reconstitución es gradual y les parece lento a los impacientes. El renunciar a la satisfacción dañina de los apetitos impone sacrificios. Pero al fin se verá que, si no se le pone trabas, la naturaleza desempeña su obra con acierto y los que perseveren en la obediencia a sus 345 leyes encontrarán recompensa en la salud del cuerpo y del espíritu (Ellen White El Ministerio de Curación, página. 89)

Los adventistas del séptimo día son conocidos, hace más de un siglo, por su preocupación por la salud de manera integral y preventiva. ¿Y por qué una religión se involucra en temas de salud? Los adventistas creen que todo aquello que afecta el cuerpo también afecta a la mente, lo que sucede en el cuerpo va a facilitar o dificultar la comunicación con los seres celestiales. La religión es justamente eso (viene de religare, del latín), o sea, mantener esa ligación.

Por eso, la Iglesia desarrolla sus proyectos de salud por medio de tres frentes bien definidos: instituciones de salud (clínicas, hospitales y centros de vida sana con fines de prevención), amplia producción de literatura sobre el tema (publica varios libros anualmente respecto de cómo tener una vida más sana) y por medio de cursos, seminarios, conferencias, talleres y eventos prácticos donde enseña cómo las personas pueden tener calidad de vida.

La base de todo este movimiento es el reconocimiento de la existencia de ocho remedios naturales, gratuitos, disponibles para todas las personas. Son ocho principios generales de cómo desarrollar y mantener una vida mejor en el ámbito físico, emocional y espiritual. Para los adventistas, según Romanos 12:1 y 2, la calidad de vida no se la debe buscar solo para obtener longevidad o el bienestar momentáneo, sino por cuenta de una relación correcta entre la criatura y el Creador y Originador de la vida.

“Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.

Romanos 12:1, 2

Alimentación sana
Una alimentación sana involucra dos aspectos: evitar los alimentos que perjudican al organismo y usar con moderación los alimentos que son beneficiosos, destacando la alimentación vegetariana rica en fibras y nutrientes encontrados en los alimentos integrales.

Ingestión regular de agua
El agua es esencial para transportar alimentos, oxígeno y sales minerales, además de estar presente en aquello que se elimina como el sudor y las lágrimas, en el plasma sanguíneo, en las articulaciones, en los sistemas respiratorio, digestivo y nervioso, en la orina y en la piel.

Respirar aire puro
Es fundamental buscar lugares donde haya ventilación y que el aire a ser respirado sea puro.

Exposición a la luz solar
Una de las principales orientaciones es que las casas tengan lugares con iluminación solar. A veces es necesario remover cortinas, abrir las ventanas, subir las persianas para que los rayos del sol entren a los ambientes.

Práctica de ejercicio físico
Los adventistas sugieren que las actividades físicas se hagan diariamente, por lo menos 30 minutos cada día. Hay también estudios recientes que dicen que tres sesiones de 10 minutos proporcionan los mismos beneficios que una sesión de media hora.

Haga reposo
Además de dormir el número correcto de horas diariamente, es importante reservar un día de la semana para un proceso de restauración de las relaciones sociales y familiares, descanso de las actividades físicas y mentales cotidianas y mayor conexión espiritual con Dios.

Ejerza la temperancia
Temperancia abarca más que la abstinencia de ciertos tipos de drogas lícitas o ilícitas, sino el uso de los remedios naturales de Dios, además de una vida equilibrada en el trabajo, la recreación y en las relaciones interpersonales.

Confíe en Dios
Es imprescindible para una salud integral de calidad la vivencia de una religión práctica y no apenas la fe nominal. Confiar en Dios es más que saber que él existe, sino tener una relación de amor con él.